Enamorados de Earlscliffe, así estamos. Ni cupido conseguiría dejarnos más prendados.

Como si lleváramos cuestión de semanas aquí, la familiaridad con que nos desenvolvemos es bárbara. Solo hay que observarlos.

Desayuno, clases, descansos, más clases…comida…resulta ya todo tan sencillo.! Lo único que no conseguimos es que coman verduras y ensaladas. Lo máximo logrado, es que posen para una foto junto a ellas. A ver si el roce hace el cariño y antes de que marchemos, se estrenan. No será porque no están ricas del todo.

Vayamos al meollo.

La tarde de hoy nos regaló una actividad múltiple. Divididos en grupos de 10, tenían que circular por sesión de manualidades, cursillo de primeros auxilios y deportes al aire libre. Las manualidades se centraron en la elaboración de máscaras para la disco que nos espera el jueves. Había que ver la creatividad de muchos de ellos, y de los nuestros, ni os contamos.

Tere encantada de la vida con su máscara, los mosqueteros más animados en la actividad de deportes, cómo no, fútbol. Son los cracks. Qué os puedo contar que no sepáis. También le dimos al pin pón y al bádminton. La actividad más novedosa fue sin dudarlo, el cursillo de primeros auxilios que Murray impartió a los niños.  Con maniquí incluido, se trataba de realizar un simulacro de salvamento cardiaco. Es decir, si nos da un yuyu, nuestros tesoros nos recuperan la vida.

Enzo en plena labor super aplicado, Nachete preguntándose ¿por dónde empiezo?, y Tere, partida de la risa. Todos ellos realizaron con estilo propio los primeros auxilios y se llevaron su certificado. Con la sensación de que ya nos podemos salvar los unos a los otros, nos fuimos a cenar. De ahí, sesión de banco para sacar los dineritos para la excursión de mañana, luego a casa a acicalarnos y a las 20.00, preparados para la Noche de Casino!

Tere ganó un pastizal, Enzo otro, y Nachete lo perdió todo menos la ropa que llevaba puesta y la sonrisa.

Una pasada verles en plena acción y manejándose en inglés, debatir las reglas del juego y las apuestas. Fue una chulada.

Cerramos la jornada un pelín más tarde. Lo que tienen las negociaciones internacionales. Había mucho en juego. Y así, con la satisfacción que se siente cuando uno ya se encuentra acoplado con el entorno, la gente, las diferentes culturas y el idioma del inglés, nos fuimos a la cama.

Los Tesoros duermen. Luces apagadas. Un abrazo enorme desde territorio británico.

Pepa Ferrer- Asesora de IDIOMAS en el extranjero