El día hay que empezarlo por el final. De haberlo sabido, hubiera contratado a la pirotecnia Caballer para rematar el broche final a tanto talento.
Si, queridos padres. Hoy era un día de escenario. El Talent Show. Vuestros hij@s andaban nerviosos desde ayer. No digamos la jornada de tarde de hoy con los ensayos. Ni comentar cuando se acercaba el momento de la actuación.
Tras mi día de visita a coles en las cercanías de Londres, llegué justo para la cena. Tenía que ser puntual. Raspita Eva, la benjamina de todos, me pasa lista y de qué manera. Estos dos días de trajín fuera del campus, no le han venido nada bien. Luego no me hace ni caso…pero le gusta que pivote a su alrededor. 🙂
Con el apoyo de la profesora Helen, Teresita, Ana, Amparo, Nachete y María, subirían al escenario para interpretar una canción dándole un componente de arte y baile al asunto. Jorge y raspita Eva, desde el graderío, coordinarían la animación.
En la cena les dije que yo sería miembro del Jurado. Les cambiaron las caras. 🙂
Diferentes actuaciones de grupos e individuales al piano, violín y canto, subieron el listón. Si bien nuestro sistema educativo refuerza los deportes, los colegios de otros países nos sacan la delantera en música y arte. Pero…ey! ¿Y nuestra capacidad de liderazgo? Cuando el Team Español con Helen salió a escena, los gritos se desataron. Yo estaba casi morada de la contención. La complicidad con la audiencia quedó reflejada con carteles que prepararon con los nombres de vuestros tesoros.
Vean el vídeo, queridos padres.
Con mi performance como miembro del Jurado, pensé, éste año me expulsan del colegio. Ni la madre de la Pantoja. No daba a vasto con grabación, histeria contenida e intento de manipulación en la votación del resto de miembros. Todo por mis niños.
Les dí la nota máxima. El 10. Y además lo argumenté en público. Porque cantaron, bailaron, acompasaron con vasos, implicaron a la audiencia…y qué narices, me hicieron sentir muy orgullosa con su participación. Sin participación no hay compromiso.
Además da la casualidad que todos ellos son tímidos. Con lo que el mérito tiene valía absoluta e ilimitada para mí. Y para ellos significa saborear la satisfacción de la superación. Un valor importantísimo. No es solo lo que uno alcanza, sino desde donde parte.
Los marcos de las puertas del campus me han quedado pequeños hoy. Voy circulando como un pavo real. A juego con los que nos encontraremos mañana en la excursión al Safari.
Los pequeños artistas están ya descansando desde hace un par de horitas. Imagino que felices.
Mañana será otro gran día. Estoy segura.
Felices sueños queridos padres.
Pepa Ferrer- Programas de Idiomas en el Extranjero
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