La cuenta atrás

Unos que llegan y otros que se van.

El sábado está a la vuelta de la esquina. Ya nos han informado que el toque de corneta será a las 6.00am. Allí estaremos, abrazándolos y compartiendo energía de despedida. Mientras tanto, nos quedan dos días que hay que seguir viviéndolos a tope.

Y en ello están.

Servidora regresó de su visita de Earlscliffe. Directa a la cena, allí estaban ell@s,  devorando a dos carrillos una lasaña de carne con ensalada. La verdura, para otros. Mientras nuestro Juan estaba en su mesa internacional cumpliendo a rajatabla lo comprometido, el resto permanecía como única nacionalidad en dos mesas compartidas. No es sin duda ese, el plan marcado. Las Tesorinas van por libre. También está bien.

Es necesario que además de las clases y deportes, compartamos los ratos de comida. ¿Buscamos la excelencia?

Nos encontramos a nuestro «mini Lord» (Álvarito de Madrid) con fiebre y cansancio acumulado y a un Vicent con la rodilla llena de tiritas tras haber insistido en subir unas escaleras marcha atrás. Live and Learn. También hubo de solicitar duplicados de algunos Lanyards (las tarjetas de acceso a las habitaciones). Como las cobran a 5 libras, seguro que se las pegan en la frente para no perderlas nunca más.

¡Ni 24 horas de ausencia, la Virgen!

La actividad de la tarde por excelencia  fue la  natación. Menos un Vicent que se apuntó al taller de papiroflexia asumiendo las consecuencias de la escalada marcha atrás. El remate del día lo ocupó una actividad de retos al aire libre. «Misión Imposible», la llamaron.

Lo que no saben es que no hay nada imposible para nuestros Tesoros.

Felices de regresar al campus, volver a tenerlos cerca y disfrutar de su inmersión. Aunque a veces nos salga algún mechón verde por ese margen de mejora que nos queda. ¡Tienen tanto potencial!

Gusiluces preparados para empiltrarse. Auguramos un día entrañable para mañana.

Dulces sueños desde la campiña británica.