Otro día sin parar. De buena mañana, escapada a Earlscliffe a ver a vuestras perlas. Los tesoros de Frewen se quedaban mientras tanto con sus clases de inglés, y sesión de piscina y deportes. Los junior en concreto, se fueron al bosque y jugaron a la «gallinita ciega«. Creo que la actividad fué brutal.
Y así me encontré a la cuadrilla de tesoros de Earlscliffe, sonrientes y felices como perdices.
Compartimos los descansos entre clases y la comida. También batallas y algunas risas y abrazos.
Lo mejor fué la tarde. Tenían preparado el debate de la UNESCO en materia de inmigración y la conveniencia o no, de apertura de fronteras. Participaron activamente Mireia, Adriana y Jorge (llamado por los ingleses «joje»…no hay manera de que pronuncien la r).
Un equipo a favor, otro en contra, exponían sus puntos de debate, el público preguntaba y finalmente se realizaba una votación global. Mireia me lanzaba una de sus miradas cuando veía que me abstenía en mi voto. Estuvo muy reñido y el tema era complicado para poder definirme.
Estuvieron geniales. Resueltos y sobre todo, viviendo la experiencia de debatir un tema de actualidad, en otro idioma, frente a un público numeroso y con micrófono en mano. Un BRAVO por ellos. Yo no lo hubiera hecho mejor.
Por la tarde se iban a hacer «toboganning» y luego tenían la cena del Blind date. Mis queridos Yellow T-shirts me han pasado fotos vía wasap pero mi móvil no me deja descargármelas…las incorporaré al DVD del final del verano. No os preocupéis. Lo han pasado muy bien.
De camino hacia Frewen, mis tesoros estaban también celebrando su cena de Blind date. Llegué justo a tiempo para dejar el portátil, subirme al autobús con ellos y marchar juntos a la bolera.
Nos hemos reido muchísimo. Combinamos lanzamientos de bolas con mordiscos a perritos calientes o bocadillos. Qué poco les gusta la comida inglesa a estos chicos! Deboran todo lo que encuentran a su paso.
Destacamos la foto: «Jesús abre los ojos» (Jesús open your eyes). El momento fué buenísimo.
Y falta que sugieras una foto subida a las motos, para que llegue el resto del «team» y por poco se las carguen. Quien no cabía en la moto, tiraba de escopeta. Vean señores a Rafa apuntándome.
Regresábamos al campus sobre las 22.45, listos para ir a la piltra. Y aquí es donde entra en juego el capítulo «fauna en la campiña inglesa». Esto no estaba en el índice del programa.
Me tocaba supervisar que las chicas senior se acostaran a su hora. Repasando habitaciones, me encuentro que Celia y su compi Rusa estaban en otra habitación, ji ji ja ja, histéricas. Las llamé al orden y me dijeron que no entraban en su habitación porque había un abejorro gigante.
23.00 y yo ya con el pelo cardado del cansancio. Come on girls! let’s go to bed! (vamos chicas, a la cama!!). Abro su habitación para chequear el tema. La virgen…aquello era del tamaño de un spiderman. Cierro de portazo. Plan de emergencia. Wasapeo a un Yellow Tshirt y al manager del centro: necesitamos un «hombre» que dispare al bicho, se requiere escopeta que no tenemos. No hay cobertura. Pasa el tiempo y hay que reaccionar o nunca llegaré a escribir el post de la noche….
Me enfundo rollo «Tuareg», respiro hondo…y al ataque!
Celia a 2 metros de distancia, con la rusa y la group leader de los rusos, recogiendo evidencia de los hechos. Me sentía protagonista del Discovery Channel.
Logré evacuar a la bestia y sacarla al pasillo. Las niñas salieron corriendo de la casa y en cuanto me descuidé, ya habían entrado a su habitación por la ventana.
01.00 de la madrugada en Inglaterra. Mientras termino de escribir este post, me pregunto qué estrategia tomaré para llegar a mi habitación. O por la ventana, o cuerpo a tierra y arrastrándome por el pasillo como una oruga. Lo que tengo claro es que el próximo verano me enfundo en un traje de astronauta para poder lidiar con la fauna inglesa.
Lo importante es que la incidencia se medio resolvió, las niñas están durmiendo y vosotros los padres, tenéis vuestro post. Deberes hechos.
Qué momentos tan variados estamos viviendo. Algunos al límite, pero no los cambiaría nunca.
Felices sueños queridos padres.
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