En territorio británico los pajarillos reciben el amanecer a las 06.00 am. Y con ellos, nosotros. Nuestro toque de corneta oficial no es hasta las 07.30 am, pero con éstos «Early Birds», empezamos a desperezarnos. No hay otra.
Folkestone nos ha regalado un día de lo más soleado con temperaturas casi caribeñas. Y con esa alegría hemos mantenido el cuerpo durante toda la jornada. Sin parar y a tope. Además, aunque estemos solo en nuestro 2do día de campamento, ya vamos cogiendo la rutinita y funcionando como pez en el agua. Eso nos hace sentir más relajados y por tanto, focalizados en el aprendizaje disfrutándolo cada vez más.
Un desayuno de bollería, tostadas y cornflakes, yogurt, zumo, frutas… para arrancar el día como si no hubiera un mañana y directos a la «Assembly matinal». Disfruto de éstas sesiones informativas. Es una manera de involucrar al alumnado en la operativa del campus y de hacerle entender más rápidamente el funcionamiento diario. De hacerle asímismo partícipe, de ésta gran aventura en el extranjero.
Clases, «Active English», un buen «Lunch» compuesto de Pasta+albóndigas+ensalada y frutas varias, y en cuanto nos descuidamos, ya estábamos otra vez por la tarde. ¿ Será que en ésta ciudad el tiempo corre más deprisa?
Desde luego, cundir, nos está cundiendo y mucho.
Por la tarde mientras unos jugaron al baloncesto, otros se centraron en las manualidades y los pichichis del fútbol como nuestro Adri, casi terminan con el césped del campo.
Tras los deportes, tiempo para las duchas, otra mini reunión con todos los alumnos, y «banking«. Nuestros tesoros tenían que sacar dinero para la excursión de la tarde y la de mañana.
Y otra vez a comer! (por Dios la cena a las 17.15!!!)….y a la bolera! nuestra primera excursión fuera del campus! Todas las normas de seguridad indicadas en la reunión de la tarde, se cumplieron a rajatabla. Un gusto.
Se lo pasaron de lo lindo. Yo creo que terminaron con un brazo más largo que el otro.
Es bueno saber que uno no se cansa solo por la edad…sino por la intensidad con que viva la vida. Nuestros tesorines, bien jóvenes ellos, están ahora mismo durmiendo a pierna suelta. Un consuelo saber que el síntoma del cansancio no es individual sino compartido.
Mañana toca nuestro ansiado Londres. Un combinado de cultura con «shopping» que vamos a disfrutar. Hay que retirarse ya para estar frescos y darlo todo en la capital. Pero no sin antes regalaros la foto del día. El mejor premio que a servidora le hubiera podido tocar para éstas Pascuas:
Dulces sueños desde ésta maravillosa Isla. Por aquí, estamos felices. No podemos pedir más.
Pepa Ferrer IDIOMAS- Asesora de Programas en el Extranjero
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