Así es. Desde que llegamos a Dicker, pisamos el acelerador para dar comienzo a nuestro proceso de adaptación. Cada uno de nosotros a nuestro ritmo, pero valorando no solo los progresos sino el esfuerzo que estamos poniendo por conseguirlo. Porque aquí no se trata solo de aprender inglés. Que se lo pregunten a nuestros tesoros.

La jornada la arrancamos con un desayuno copioso de corn flakes, tostadas, fiambre, fruta, café/ te. Suficiente para lidiar a continuación con el exámen de nivel y el comienzo de las primeras clases. Profesores y alumnos, se fueron organizando. Algunos de nuestros tesoros coinciden en clases y conforme nos adentremos en la semana, dotorearé niveles y realizaré alguna incursión académica. 🙂

En el tramo de la corrección de los test, los niños fueron en pequeños grupos realizando un tour por todo el campus. Dado su tamaño, no es para menos. La naturaleza lo rodea todo. Y como dice Little Pablo, esto es «very nice».

En cuanto nos descuidamos, estamos de nuevo hincándole al diente. Con estómagos alimentados, recibieron su primera clase. A partir de aquí, servidora empieza a divisar los primeros síntomas de cuchipandeo y un «look más relajado». Vamos también conociéndonos mas entre nosotros…y a nosotros mismos!! 🙂  Todavía queda mucho para la integración con otras nacionalidades. Asoman tímidamente las primeras relaciones internacionales. Pero no hay que ser impacientes. Estamos todavía en nuestro primer día.

Por la tarde jugamos al pinpon, balonmano, tenis y baloncesto. Las manualidades y piscina no tuvieron cabida entre los nuestros. Y tras el descanso, otra vez a darle a la mandíbula. 18.30 y a cenar! Servidora se incorporó a la mesa de los chicos. Jorge, Nacho y Víctor, cenaron como si no hubiera un mañana. Verlo para creerlo.

La esperada actividad Teambuilding nos sorprendió a todos. Fundamental los juegos en equipo para la cohesión e integración. Una maravilla estar de espectadora.

 Y así, con otro porte y entusiasmo, cerramos la jornada de hoy. Un día de adaptación, donde todos estamos creciendo y abriéndonos al mundo. Sus sonrisas nos desarman.

Queridos padres, esto está encauzado. Vivir en primera persona los progresos de nuestras perlas, es un regalo. Desde aquí, se perciben grandes avances. Siempre hacia adelante. Para atrás, ni para tomar impulso.

Felices sueños desde una Inglaterra preciosa. 

Pepa Ferrer- Asesora de IDIOMAS en el extranjero