Aprender para el mañana, HOY

En pleno ecuador de Campamento de Pascuas, vamos tomando consciencia de que es en nuestro día a día, donde vamos construyendo para el futuro.

Lo más tangible de esta inmersión educativa es el impulso que estamos dando a nuestro nivel de inglés y nuestra capacidad resolutiva para desenvolvernos, en un entorno nuevo, lejos del abrigo familiar. Lo percibimos en nuestras comunicaciones y la interacción con nuestros homólogos internacionales y profesorado inglés.

A medio plazo y tomando perspectiva, se hará más palpable nuestra mejoría en habilidades sociales, en la facultad para eliminar barreras ideológicas y culturales, en la adquisición de nuevos paradigmas y formas de ver la vida, desconocidos hasta el momento.

Se trata de que, con todo lo bueno aprendido en nuestras casas, vayamos incorporando por experiencia y elección propia, aquellos aspectos que nos enriquezcan, ayuden a crecer y nos impulsen a formarnos como criaturas únicas e irrepetibles. Porque nuestra propia identidad, aflora en el momento que nos dejan caer lejos de todo lo conocido que nos genera arraigo. Y sí, poner en valor todo lo que tenemos en nuestro entorno y que pasamos por alto en nuestro día a día.

Esta primera experiencia en el extranjero, será el trampolín para un abanico futuro de oportunidades.

Nuestros «Locos bajitos» tardarán un poco en ver todo esto. Como observadora participante, puedo anticipároslo.

Y así cerramos nuestra primera semana en Earlscliffe. Chapoteando en aprendizaje a través de nuestras clases, una incursión al centro de Folkestone y el cierre de día con un Musical Quiz para terminar de activarlos.

Disfrutando. Disfrutándolos.

Felices sueños desde Folkestone