¿A quién de pequeño, no le gustaba ir a un parque de atracciones? Aunque solo fuera para ver cómo se mareaban los demás al bajar de cada atracción…
Y así es cómo hemos recibido el día de hoy. Los juniors (Álvaro o Alvaró como le llaman los ingleses, Carlos, Jorge, Eduardo y Juan), conmigo a Chessington Park y los Teenagers (Alejandro, Ricardo, Laurita y Martis) a Thorpe Park, con otros teenagers y parte del equipo de personal del Duke of Yorks.
El día ha abierto con temperaturas invernales. Cuando veas a un inglés con sudadera y pantalón largo puestos, es que hay que salir a la calle con escafandra, pero de cachemir y del bueno. La ventaja, que igual tenemos 15 grados que 25, que hace un sol reluciente que cae el diluvio. Así que, preparados para la vida moderna, recorrimos nuestro caminito al comedor a devorar nuestro desayuno y enrutarnos hacia la aventura.
Teníamos por delante 5 horas de parque de atracciones, puestos de helados, chuches, souvenirs y mil millones de niños en el parque además de los nuestros. Beth y yo, con un grupo de 16, lo tuvimos organizado en un plis plas. Con mapa en mano, nos dio tiempo a subir a las mejores, según elección de nuestros juniors: Vampire, Dragon´s Fury, Dragon´s fall, Monkey Swinger, Black Buccaneer, Kobra..
Entre parada y parada, tampoco perdíamos el tiempo…
Especial hincapié a estos dos «trozos de pan» con colmillos…irresistibles…
Hubo también momentos de descanso e incluso de conversaciones con dragones encantados
Como cierre del día de subidas y bajadas, nos hicimos una foto de grupo:
Mientras disfrutábamos del día de excursión, nuestros teenagers también tenían su dosis de entretenimiento. Aprovechando que yo no iba con ellos, se subieron a lo mas alto…tanto tanto…que vieron Inglaterra a vista de pájaro. Thorpe Park, es la bomba para sus edades. Estoy contenta de no haberlos visto en las alturas. Ojos que no ven, corazón que no siente. Ellos, encantados de la vida.
Llegados al campus y tras la cena, no me lo podía creer…más juegos antes de la sesión de cine! Mi body no daba para más, y los esperé junto a las palomitas. Cada sala con su película y cada niño acoplado como en su propia casa.
Y cómo no, queridos padres, os dejamos dos fotos del día que reflejan perfectamente, lo bien que vamos preparados para la lluvia.
Mañana retomamos las clases y la rutina de los deportes y actividades de ocio. Yo marcharé a Earlscliffe, en Folkestone, para ver a mis otros tesoros. «El corazón partío», nunca mejor dicho. 🙂
Regresaré para la cena, y será toda una experiencia para ellos y para mí, separarnos por unas horas. Ya os lo contaremos en el siguiente post.
Mientras tanto, os enviamos mucha energía desde Dover. Por aquí, viento en popa con el proceso de adaptación. Cada uno a su ritmo. Después de tres semanas, regresaremos con un Máster de aprendizaje de la vida y además, en inglés.
Felices sueños